Merci Messi

El destino, en ocasiones, tiene gentilezas con uno. El jueves quince de julio acaeció una de ellas. En la pizarra del comedor se anunciaba que el almuerzo iba a ser una hora antes de lo habitual y que luego había una reunión. Por razones particulares este cronograma resultó alterado: a eso de las 12:30 ingresó al hospital un muchacho menudo de estatura y de volumen corporal, pelo algo rojizo, casualmente desprolijo, barba de unos pocos días, sonrisa afable, bermudas, zapatillas, una remera azul con el logo y las siglas de UNICEF. Lo acompañaban otras personas con la misma remera y dos o tres más, bien vestidas y bastante corpulentas, denominadas guardaespaldas.

Era literal y realmente perseguido por la mayoría de las personas presentes en el hospital, hecho éste que era a duras penas contenido por los jefes y responsables de la seguridad de esta unidad militar.

La situación era realmente particular, el sujeto en cuestión no había concurrido como paciente sino como visita y se trataba nada más y nada menos que de la máxima estrella mundial del fútbol profesional, Lionel “La Pulga” Messi.

Inclusive yo, que no tengo una afición particular por este deporte, resulté contagiado por el fervor popular y me transformé en un cholulo más tratando de acercarme, saludarlo, solicitar un autógrafo, y una fotografía cerca de él. Todos estos objetivos fueron cumplidos: hoy, en mi ropero, presto a ser colocado en la valija con destino a Argentina, tengo uno de mis ambos con una firma de este buen muchacho y una veintena de fotografías de diferentes ángulos y momentos, que seguramente harán las delicias y la consiguiente sana envidia de muchos de mis amigos cuando recreemos vivencias de esta experiencia.

Lionel se marchó luego de casi una hora de permanencia en nuestro hogar temporario y en horas de la tarde comencé a recibir comunicados de mis familiares y amigos que me decían que en los canales de Argentina estaba circulando la noticia con una foto en la cual yo estaba casual, o no tan casualmente, muy cercano a la imagen central que ocupaba Messi.

Realmente disfruté tanto el momento que si pretenden adjudicarme el mote de ese personaje actoral del teatro cómico, Figuretti, NO – ME – IM – POR – TA, OK?



Julio de 2010

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