Los Tap Tap

Puerto Príncipe es la ciudad capital de Haití. Debe tener entre uno y dos millones de habitantes, no he podido tener una certeza ya que la información obtenida es dispar. También es cierto que los datos que hay de población de este país son escasos, ha habido intentos de realizar censos en los años anteriores pero, dado el primitivismo de la función pública y la gran cantidad de habitantes indocumentados, nunca se llegó a tomar alguna medida consistente y el terremoto dio por tierra mucho de lo que se había avanzado hasta el momento.

De todas maneras se trata de una urbe bastante importante por su cuantía poblacional. Es atravesada por unas cinco calles que van de este a oeste aproximadamente y por otro tanto que lo hacen de manera similar pero de norte a sur. Es fácil pensar que se trata de espacios de desplazamiento unidireccional y con la amplitud que se espera en cualquier urbanización adecuada. En realidad estas arterias troncales son unas calles muy angostas, bidireccionales y en muy pocas partes con divisorios centrales. Es por ello que el tránsito se condensa en estas arterias y resulta, por momentos, caótico. Del resto de las calles o callejuelas pocas tienen asfalto y son usadas para ir a lugares específicos, no para cruzar la ciudad, pues la mayoría de ellas son callejones sin salida. El plano de Puerto Príncipe parece delineado por un urbanista total y absolutamente borracho, es una maraña. Se asemeja mucho a la forma que toman las ajaduras que el paso del tiempo imprime sobre un cerámico.

El transporte público de pasajeros se realiza principalmente en vehículos que reciben el nombre popular de Tap Tap. La flota de este transporte está constituida por minibuses más pequeños que una Trafic y por camionetas carrozadas de marca Toyota o Nissan. Están pintados de colores muy vivos y con dibujos de diseño artístico a la manera de los colectivos de la Buenos Aires de antaño. La mayoría presenta en el frente y en los laterales consignas de contenido religioso como ser “Confiance en dieu”, “Merci L´Eterne”, “Merci Jesús”, “Merci Seigneur”, etc.

La moneda típica de Haití es el gourd también nombrado a veces como gourda. En este momento la relación con el dólar es de cuarenta a uno, o sea cada dólar equivale a aproximadamente cuarenta gourds. Es fácil hacer la comparación con Argentina pues allí la relación, también en el momento que escribo este texto -Mayo de 2010- , es de cuatro a uno entonces la conversión de gourds a pesos argentinos consiste en correrle una coma a la izquierda, así 80 gourds serían 8 pesos y 427 gourds, 42,7 pesos. También está el dólar haitiano pero es una moneda cuya presencia física creo que es inexistente, aunque en algunos negocios y restaurantes la lista de precios está en esta moneda, y el cambio es de siete dólares haitianos por cada dólar americano, moneda esta última con la que nos manejamos habitualmente.

Un viaje en un Tap Tap cuesta 10 o 15 gourds o gourdas, o sea 25 y 37 centavos de dólar, nada barato para los magros sueldos haitianos (un trabajador gana cuatro dólares diarios) pero a algunos de los haitianos consultados no le parece caro. La diferencia entre 10 y 15 gourds está dada por la distancia o por la hora del día.

Los vehículos están en su mayoría en malas condiciones, hecho que se agrava por la mala calidad de las calles por la cantidad de baches que presentan. La cantidad de gente que transportan es casi increíble, cuando llegan a un final de línea empieza a bajar gente de manera tal que se asemeja a los pañuelos que un mago saca de su galera, una cantidad muy superior a lo imaginable.

Por último es interesante comentar el origen de su nombre: Tap Tap. Es la onomatopeya del sonido producto de golpear las manos en alguna de las partes metálicas del carrozado a los fines de indicarle al conductor el deseo de apearse.

Junio 2010

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