Canaán... creciente fértil... (¡?)

El primer día de trabajo con los hermanos portorriqueños fue un viernes, día de recambio de grupo y de organización. Mi tarea consistió en colaborar con el acomodo de los medicamentos e insumos médicos que iban a ser llevados al día siguiente en el trabajo de campo y el almacenamiento de lo que traían de Puerto Rico los miembros que se integraban al equipo. El depósito de medicamentos tiene unos 50 metros cuadrados y el transporte al sitio de trabajo se hace en una treintena de valijas y bolsos rotulados con su contenido.

A las 5:30 del día siguiente empieza la labor diaria previo aseo personal y desayuno. Se cargan en una de las trafics todos los medicamentos y demás elementos que se despliegan en el sitio de acción.

El grupo humano es transportado en otra trafic y una camioneta y ese día estaba integrado por las personas descriptas en el artículo anterior - Iniciativa de Paz -, más un médico haitiano, cinco traductores y otro de los nuestros, el Dr. Carlitos Utrera, a quien recogemos en el hospital.

El sitio elegido es Cabaret, una ciudad que está a unos 30 km de Puerto Príncipe. Yo pensaba que nos instalaríamos en alguna plaza o lugar libre del centro de la ciudad, pero nos acomodamos en una loma en la que la vivienda más cercana se hallaba a unos quinientos metros. Los tres vehículos se colocan en forma de “U”, se arma el cobertizo que servirá de atención médica, se sujeta una tela de plástico para proteger los medicamentos del sol, se arma una carpa que sirve para consultas más íntimas –ginecológicas, por ejemplo - y se colocan cinco pequeñas mesas que servirán de apoyo para el material de los médicos, en cada una de ellas se coloca un pequeño set de medicamentos y tres sillas, una para el médico, otra para el traductor y una tercera para el paciente.

Los pacientes hacen cola a unos diez metros del lugar y uno de los integrantes del equipo o algún líder comunitario del lugar, va regulando el acceso de los mismos a la mesa de cada médico a medida que lo van solicitando. Los pacientes vienen de la citada ciudad, muy pobre por cierto, con una simpleza, silencio y estoicismo ante la adversidad admirables.

Junto con cuatro de los jóvenes atendemos los requerimientos de medicamentos de parte de los médicos. En ocasiones y ante la necesidad, se practican intervenciones quirúrgicas menores como eliminar abscesos o desbridar heridas, por ejemplo, y cuando es necesario también se colocan sueros.

La temperatura, como es habitual en estos días, ronda los treinta y seis grados, pero un buen viento contribuye a mitigarla, aunque se transpira mucho y hay que hidratarse continuamente. Cerca del mediodía comienza el almuerzo en forma rotativa para no interrumpir la atención. Éste consiste en alimentos enlatados, pastas, salchichas, picadillo, atún, etc.

La jornada de salud finalizó a las 14 hs y el registro indicó que se atendieron algo más de cien pacientes, un día “flojo” de trabajo. Luego procedimos a la limpieza del lugar, desarmamos el “circo”, guardamos todo en el vehículo de carga y retornamos a la casa donde bajamos todas las valijas, las rellenamos con medicamentos e hicimos los aprestos para el día siguiente. Charlas, bromas y música conforman un entorno muy agradable; un par de los miembros del equipo se van a preparar la cena. Antes de la misma alguno hace una invocación religiosa, acto que también se efectúa antes de salir a trabajar, es un grupo sumamente creyente. Ese sábado por la noche regresé al hospital porque necesitaba un poco de descanso.

El lunes a la mañana me pasan a buscar aproximadamente a las 7 hs. El día anterior, domingo, habían ido a un lugar cercano a la frontera con República Dominicana el cual, según la descripción, era prácticamente un desierto. Ahora nos dirigimos a un lugar ubicado veinte kilómetros al norte de Puerto Príncipe llamado, casi como una ironía, Canaán. Históricamente, Canaán era la zona que hoy comprende los territorios de Israel, Franja de Gaza, Cisjordania y parte de Jordania, Siria y Líbano y era conocida como creciente fértil. El término “Canaán” deriva de “cananeo” que en hebreo significa mercader.

La ironía a que hago referencia es por el término “creciente fértil”, el lugar es un páramo cuya única alteración a una naturaleza casi estéril, lo constituye la presencia humana. Estos hallan cierto cobijo en habitáculos -uso esta denominación porque no se me ocurre otra- consistentes en palos entre los que se hallan tendidos unos pedazos de plásticos de color azulado y blanco. En algunos espacios entre ellos han sembrado algunas plantas de maíz tan raquíticas y faltas de fructificación que parecen una broma macabra del reino vegetal. En cuanto al significado de mercader luego de esta descripción quizás puedan imaginarse que las posibilidades de “mercadear” algo en este medio son muy escasas.

Una vez en el lugar repetimos las operatorias, armamos el cobertizo, usamos otro propio del lugar para la farmacia y tendemos la carpa de consultas íntimas. Para esta ocasión se había sumado una doctora haitiana, así que el plantel médico se había aumentado a siete, más Chaco (el Director de la ONG Iniciativa Comunitaria, Dr. José Vargas Vidot) que hacía el papel de comodín pues era consultado periódicamente por alguno de ellos.

Se hicieron presentes dos medios de comunicación de Puerto Rico, un periódico y un canal de televisión.

Como de costumbre, la gente respetaba un orden estricto, sin alteraciones, sufriendo (o quizás no, por su habituación) el embate del sol, llegando a estar más de una hora en la cola. Fueron atendidos más de cuatrocientos pacientes y a todos ellos se les proporcionaron los medicamentos necesarios.

Las condiciones descriptas de las viviendas, cuyo número estimado es entre tres y cinco mil, las características del clima, más el déficit en la alimentación y en el acceso al agua potable, producen un alto impacto en la salud.

En algún momento de la jornada me acerqué a la carpa de atención íntima o reservada como la he llamado. Había una mujer con un bebé de pocos meses en sus brazos al cual se lo había canalizado para administrarle un suero pues tenía una deshidratación severa. En mi vida profesional me ha tocado estar en presencia de enfermos y muchas veces ellos eran niños, pero nunca me ha tocado que a la vez presentaran el atributo de “miserables”. La imagen de esta madre con su niño generó tal quiebre en mi estado anímico que tuve que dar media vuelta inmediatamente para no llorar frente a estos pobres seres.

Seis horas de trabajo en ese medio y en esas condiciones dejan exhausto a cualquiera. El retorno a media tarde no implicaba necesariamente el descanso porque, como ya dije, hay que reaprovisionar el equipo para el día siguiente. Al atardecer esta buena gente me regresa a mi hospital.

Por la noche, con mi cuerpo inmaculado tras la extracción de generosas capas de polvo y sudor pero con mi alma maculada por los golpes de tantas imágenes que insistían en pronunciar su dolor, una lluvia torrencial aumentó mi angustia al pensar en esos adultos, niños y bebés cuya única defensa contra los brutales embates de la naturaleza era un vulnerable pedazo de plástico.
Probablemente, por causa del fenómeno o combinado con alguna enfermedad, algunos de ellos hayan perecido. Si en realidad existe cielo e infierno y por su conducta a cualquiera de estos sujetos les correspondiera ir a este último, es muy probable que su estancia allí le resulte bastante más confortable.

Todos los días al final de la jornada, Chaco realiza una reunión en la cual evalúa fortalezas y debilidades, advierte sobre errores cometidos y alaba los aciertos del funcionar del equipo. El sábado por la noche explicó el programa de trabajo de la semana. El domingo iban a trabajar a la frontera, el lunes a Canaán, el martes al edificio que utilizan como clínica y el miércoles iban a ir a un barrio muy, pero muy pobre, cerca de donde ellos viven que, por sus niños panzones y de piernas y brazos delgadísimos por la desnutrición y por el entorno general de miseria extrema, pareciera tratarse de algún lugar del corazón de África. Esto quiere decir que la narración anterior no significa que lo que tuve oportunidad de presenciar es lo peor que se puede encontrar en este bendito país. A propósito de esta visita Chaco, fiel a su afición poética, expresó: “Las escenas que van a ver en ese lugar deben ser palabras que tienen que quedar escritas en las páginas de vuestro corazones”.

La poesía, en tantísimas ocasiones, hace referencia al amor; con esta frase Chaco hizo lo propio con una de las expresiones más significativas de este sentimiento: el amor al prójimo.


Julio de 2010

9 comentarios:

  1. Se me hace hermoso lo que hacen por ellos
    de verdad lo nescesitan,
    Dios se los pagara el triple
    :-)

    ResponderEliminar
  2. Hola Jorge: Hay hallazgos felices...y uno de ellos fue haber "descubierto", gracias a mi hija Natalia, tu blog...en el que con un admirable dominio de la palabra, describis situaciones, personajes y vivencias que rebosan humanidad por los cuatro costados...Soy mamá y suegra respectivamente de Natalia y Pablo, ambos médicos e integrantes de la misión Haití XI.- A ellos les ha tocado cargar en sus mochilas, el recuerdo de la pesadilla del 12/01, con su secuela de muertes y destrucción...Por eso me conmueven tus palabras, y valoro que, además de "poner el cuerpo", dediques gran parte de tu escaso tiempo de ocio a comunicar una realidad que nos golpea a todos y que, como era previsible, bajaron de los medios cuando dejó de ser "la" noticia.- ¡¡¡Fuerza y adelante!!! Un gran abrazo.- Susana

    ResponderEliminar
  3. Por noviembre del 2009 cuando hablabamos de tu posible viaje a Haití ,tiraste la idea de hacer un blog,te dije que sería muy interesante contar las vivencias en ese país ;además sabiendo tus dotes de "escritor" no cabia dudas de lo entretenido que serian los relatos en en el mismo.
    No quería dejar pasar más tiempo ya que las cronicas llegan a su fin ,para agradecer al grupete que te acompaño a poner esto en funcionamiento y a vos por hacerme conocer otro mundo del cual no sabia casi nada.
    GRACIAS!!!!!!!!!
    Tu compañera de hace 35 años.

    ResponderEliminar
  4. Mmmmm esto me esta emocionando cada dia mas... Es como una mezcla de sentimientos para tooodooos!!! BESOOOOOS!!

    ResponderEliminar
  5. Gracias a vos Edith!!! Por que si no fuera por el
    incondicional apoyo que vos le das, varios nos hubiéramos quedado sin esta hermosa experiencia que él nos hace vivir desde allá. Todavía no me acostumbro a la idea de que ya se termina, qué rápido pasa todo!Voy a extrañar este pequeño ajetreo...

    ResponderEliminar
  6. Sinceramente Jorge te felicito por todo lo qué hacés por esta gente, espero que esto sirva para que muchos de nosotros aprendamos a mirar para atras algun dia, y ver que hay muchisima gente en el mundo que no tiene acceso a nada, nada, ni siquiera a un plato de comida, vivienda , asistencia , ni que hablar de esparcimiento, ojala que tu obra y tu blog lo lean y vean muchos de nuestros jovenes que tanta falta les hace que vivan un poco mas las realidades de este mundo actual.-

    ResponderEliminar
  7. Eva Karen, no se necesitan retribuciones adicionales, para esta manera de dar la devolución es inmediata, mayor y se acumula directamente en el corazón.
    Afrodita o Susana: Gracias por tus palabras y un gran beso para Naty (my personal Doctor) y para Pablo, que se extraña por sus guitarreadas.
    Edith: mi querida esposa, gracias por tu incondicional apoyo en esta aventura.
    Eugenia (Coki) y Silvana: Porque si mis palabras agradan y ella no fueran parte de ese juego sería como una casa confortable pero despintada por fuera y con el jardín lleno de malezas, les agradezco por la belleza que le han proporcionado a este blog.
    Anónimo: Concuerdo con tu criterio. Entonces tu misión debería consistir en esa difusión en tres los jóvenes.
    Gracias a todos

    ResponderEliminar
  8. Si, puede ser cierto lo que me decís, pero no creo estar preparado, de cualquier manera hago lo que puedo y creo que está bien.-
    Gracias
    Anónimo

    ResponderEliminar
  9. QUERIDO JORGITO;
    HACE 2 SEMANAS VOLVI A CASA CON EL CUERPO CANSADO PERO CON EL ALMA HECHA PEDAZOS, PEDAZOS PQ DEJE UNA PARTE EN EL CAMPAMENTO,UNA CLINICA Y OTRA CON USTEDES. MI ALMA SIGUE VAGANDO POR HAITI QUERIENDO ESTAR EN LA DARMACIA.TODOS LOS DIAS LE AGRADESCO AL MUNDO AQUEL ENCUENTRO EN SUPERMERCADO Y EL GRITO D LUIS PREGUNTANDO CUANDO JUGABAN. PPUES GRACIAS A ESTA INDISCRECION LA VIDA NOS PUSO EN EL CAMINO MARAVILLOSOS HOMBRES!!! GRACIAS POR TODO SU APOYO PARA NUESTRA CAUSA LOS QUIERO UN MONTONSOTE!! POR FAVOR ENVIAME TU DIRECCION POSTAL ESTOY HACIENDO LO POSIBLE PARA CONSEGUIRLES EL REPORTAJE DE TV Y ENVIARSELOS

    ResponderEliminar